Nacido como Percival Harrison Fawcett en Torquay, Inglaterra a mediados de los 1800’s, Fawcett fue un teniente coronel, arqueólogo y explorador, quien junto a su hijo desapareció bajo circunstancias misteriosas en 1925. Los viajes de este explorador británico fueron la inspiración de varias historias de aventuras como las de Indiana Jones y Tintín, y de hecho, su historia real no estuvo nada alejada de la ficción de estos personajes.
Siendo un hombre que amaba el misticismo de la naturaleza y con una curiosidad insaciable, Fawcett estaba convencido de que las antiguas civilizaciones más grandes aún existían escondidas en las profundidades de las selvas sudamericanas, específicamente en Brasil. Fawcett bautizó alguna zona de Mato Grosso con el nombre “Z” para mantener en secreto su ubicación. Según este explorador y sus varios estudios de manuscritos antiguos, la ciudad que él buscaba era remanente de la Atlántida, y entre sus maravillas aún conservaba vestigios del pasado como momias, pergaminos y láminas cinceladas.
En 1921, Percy Fawcett se embarcó hacia Bahía, Brasil, donde después de recorrer la región del Río Gongogi, había reunido testimonios de la existencia de ciudades perdidas. Pocos años después regresaría a Brasil, ya con el apoyo económico que necesitaba para completar su viaje, con su primogénito Jack y un amigo de él. Los exploradores dejaron claro que si no se sabía de ellos, nadie fuera en su búsqueda, ya que los rescatistas podrían sufrir el mismo destino.
Con una buena carga de provisiones y armas, Fawcett y sus acompañantes partieron a territorio inexplorado. A pesar de contar ya con arrieros brasileños y contactos locales, decidió que al entrar a tierras nuevas para él, iría sólo con su hijo y su amigo. Envió una carta a su esposa y cruzó hacia la zona sur del Amazonas.
La última carta que se recibió de ellos, mostraba un tono muy optimista y su última ubicación, la cual era cerca del Amazonas. Sin embargo, no se supo más de ellos a partir de ese entonces. Las suposiciones no se hicieron esperar y hubo quien inculpaba de asesinato a indígenas locales. La tribu de los Kalapalos fue la última en verlos y se dice que ya veían a los jóvenes bastante debilitados. A pesar de esto, ninguna prueba de asesinato salió a la luz, así como tampoco se encontraron sus cuerpos sin vida.
En 1927 se encontró una placa de identificación de Percy Fawcett y en 1933 apareció la brújula con la que viajaban cerca del Mato Grosso. Sin embargo, se comprobó que estos artículos se obsequiaron a tribus locales antes de adentrarse a territorio desconocido. Varias teorías sugieren que Fawcett perdió la memoria y vivió sus últimos años como jefe de alguna tribu. Otras insisten en que fueron asesinados, sin embargo, nunca se ha comprobado nada.